Este fin de semana tuve la oportunidad de probar una sesión de retrato de bebés con mi sobrino Daniel. Para hacer la sesión más llamativa se me ocurrió hacerla con temática de fantasía y disfracé al pequeño con un traje de Goku y una bola de dragón. El naranja del traje y la bola hacen juego con el fondo, dando como resultado unas fotografías muy llamativas. Y por si os lo preguntáis, sí, ¡hay que tener mucha paciencia trabajando con bebés! Pero el resultado vale la pena.